jueves, 16 de enero de 2014


LA HIPERACTIVIDAD EN LOS NIÑOS



La hiperactividad es un trastorno de la conducta de los niños, descrito por primera vez en 1902, por Still. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Van de un lado para otro, pudiendo comenzar alguna tarea, pero que abandonan rápidamente para comenzar otra, que a su vez, vuelven a dejar inacabada. Esta hiperactividad aumenta cuando están en presencia de otras personas, especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes. Por el contrario, disminuye la actividad cuando están solos.

Los indicadores de hiperactividad según la edad del niño

  • De 0 a 2 años. Descargas clónicas durante el sueño, problemas en el ritmo del sueño y durante la comida, períodos cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia a los cuidados habituales, reactividad elevada a los estímulos auditivos e irritabilidad. 
  • De 2 a 3 años. Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes
  • De 4 a 5 años. Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas. 
  • A partir de 6 años. Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar, comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.
El tratamiento cognitivo se basa en el planteamiento de la realización de tareas, donde el niño aprende a planificar sus actos y mejora su lenguaje interno. A partir de los 7 años, el lenguaje interno asume un papel de autorregulación, que estos niños no tienen tan desarrollado. Para la realización de cualquier tarea se le enseña a valorar primero todas las posibilidades de la misma, a concentrarse y a comprobar los resultados parciales y globales una vez finalizada.


miércoles, 15 de enero de 2014

El juego: la mejor actividad extraescolar para los niños


Ahora que muchos niños vuelven al colegio, la demanda de los padres por las actividades extraescolares se dispara. Lo que antes era encarado como una actividad más lúdica para los niños, se ha convertido en algo casi obligatorio hoy día. Y me pregunto: ¿Los niños ya no tienen bastante con sus tareas y deberes escolares?
Creo que no hay nada de malo apuntar a los niños en actividades extraescolares. Sin embargo, antes, se les apuntaban a actividades lúdicas, divertidas y de integración, como el fútbol, baloncesto, voleibol, psicomotricidad, baile, etc., pero cada vez más el interés camina en dirección a actividades intelectuales como informática, idiomas, lectura, técnicas de estudio, refuerzo escolar,  los niños pueden realizar actividades extraescolares, aún  cuando sean lúdicas y divertidas para ellos.

Los niños de 3 a 5 años son los que más juegan tras el colegio

Los expertos del Observatorio del Juego Infantilrecomiendan dosificar y limitar las actividades extraescolares, y dejar más tiempo libre a los niños para jugar ya que se ha observado que la sobrecarga de actividades en la agenda de los niños son los principales causantes de la ansiedad y el estrés emocional infantil. El juego fomenta la creatividad, la autonomía y la salud. Según el último estudio que realizó el OJI, el porcentaje de niños españoles que juega a la salida del colegio disminuye con la edad. Niños de entre 3 y 5 años de edad son los que más juegan a la salida del colegio. De entre 6 y 8 años, juegan solo un 69 por ciento; de entre 9 y 10 años, el 59 por ciento; y de 11 a 12 años, solo el 39 por ciento.
La pedagoga Imma Marín llama la atención de los padres a que no se olviden de que jugar es un derecho de los niños y una actividad que posibilita la sana digestión de los conocimientos y aprendizajes, así como de las experiencias, vividas por los niños. Jugar es una fuente inagotable de placer, alegría, satisfacción, que permite un crecimiento equilibrado del cuerpo, la inteligencia, la afectividad y la sociabilidad. La sobrevaloración de las actividades útiles deja poco espacio al juego.
¿Por qué los padres apuntan a sus hijos a las actividades extraescolares? Motivos no faltan. Muchos padres lo hacen para conciliar su horario de trabajo con el de los hijos, otros por mantener a los hijos siempre ocupados o para que adquieran aún más conocimientos, o porque el niño quiere prolongar la compañía de los compañeros del colegio, sin tener en cuenta que el tiempo libre de los niños en una suma de actividades, puede ejercer demasiada presión en ellos.


La importancia de la educación bilingüe en  los niños



Enseñar un segundo idioma a los niños es el objetivo de muchos padres para dar una educación bilingüe de sus hijos. Pensar y hablar en dos idiomas es más fácil si se aprenden ambas lenguas desde la infancia. Para conseguirlo es fundamental que los niños eliminen el punto de traducción y puedan pensar directamente en el idioma en el que están hablando.


¿A partir de qué edad es conveniente enseñar un segundo idioma a los niños? Para conseguir que un alumno llegue a un nivel equilingüe, es decir, un bilingüismo perfecto, es muy importante aprovechar la etapa de aprendizaje del idioma materno, es decir hasta los 5 años de edad. Un niño pequeño aprende de forma natural, no traduce, y puede interiorizar sin esfuerzo y con la mayor naturalidad palabras y fonemas sin mayor esfuerzo. Es de vital importancia que en estas edades esté expuesto a una pronunciación de un profesor nativo, puesto que aprenderá a hablar una lengua por imitación

En casa, ¿cómo pueden estimular los padres el aprendizaje de un segundo idioma en los niños?Es importante diferenciar entre los padres que dominan esa segunda lengua y la que no. Si el padre no es perfecto conocedor de la lengua o la pronunciación no es la adecuada, es mejor proporcionar a su hijo programas audiovisuales que permitan al niño adentrarse y navegar en ese idioma. El padre podrá dar a su hijo un apoyo emocional y un seguimiento del aprendizaje, pero resultará contraproducente que tome el protagonismo si no es bilingüe. Si el padre domina el idioma, es tan fácil como hablarle siempre en ese idioma y desarrollar actividades lúdicas que le permitan aprender jugando. 
INTEGRACIÓN FAMILIAR



Hablar del tema de la familia en la actualidad, es de suma importancia, ya que la violencia cotidiana que se vive en todos los países del mundo, pone a prueba a millones de familias de distintos niveles socioeconómicos.

Un factor de oportunidad para reducir los niveles de violencia, es la educación, pese a ello muchas personas consideran que la escuela es la única responsable de la educación de los niños; hoy en día es muy frecuente conocer a familias donde los abuelitos deben criar, cuidar y educar a los nietos como si fueran sus hijos, ya que en la mayoría de los hogares deben trabajar ambos padres, de lo contrario la estabilidad económica puede llegar a ser mínima, trayendo aparejada una serie de conflictos familiares que lejos de ayudar a mantener una relación familiar los problemas económicos desencadenan en divorcios.

Este tipo de circunstancias imposibilitan las oportunidades de compartir o transmitir los valores, pero ante estos escenarios es de vital importancia asumir el compromiso de ser padres, la educación empieza desde el hogar, no en la escuela. Por eso día a día debemos de hablar de los valores, ¿Pero alguna vez nos hemos preguntado que son los valores?

Si como padres de familia queremos colaborar para que nuestro país sea mejor, las oportunidades que tenemos para hacerlo las encontraremos con nuestra propia familia; brindando tiempo de calidad, conviviendo con nuestros hijos, platicando con ellos, dándoles confianza y educándolos con respeto. Inculca seguridad en tus hijos, actitud, amor, cariño, afecto, recuerda que todo lo que hagas es lo que en el futuro recibes, la educación parte del hogar, por ello, reflexiona, piensa y actúa el cambio comienza por ti.

Sí hoy fomentas valores con amor, en un futuro no muy lejano tendrás recompensas que lejos de ser una preocupación, serán un orgullo para ti y la vida será más sencilla de lo que pareciera, sobre todo con tus seres queridos.

martes, 14 de enero de 2014

El Supermatch como proyecto para evaluar la psicomotricidad en la escuela


LA IMPORTANCIA DE LA PSICOMOTRICIDAD EN LOS NIÑOS DE PREESCOLAR



La psicomotricidad se ocupa del estudio y comprensión de los fenómenos relacionados con el movimiento corporal y su desarrollo. Fundamentalmente, es una forma de abordar la educación que pretende desarrollar las capacidades del niño o niña (inteligencia, comunicación, afectividad, sociabilidad, aprendizaje, etcétera) a partir del movimiento y la acción.
Busca relacionar dos elementos del desarrollo del niño, el desarrollo psíquico y el desarrollo motor. Para el estudio de la psicomotricidad el desarrollo del cuerpo y de la mente no son dos cosas aisladas. Se parte del principio, de que el desarrollo de las capacidades mentales del niño (análisis, síntesis, abstracción, simbolización, etcétera) se logra a partir del conocimiento y control de la propia actividad corporal.
Mediante la acción, el niño se relaciona con su medio ambiente, tanto en lo físico como en lo social. Mediante el movimiento se adquieren las capacidades de percepción, la estructuración espacio-temporal y las capacidades simbólicas y abstractas.

     La psicomotricidad busca desarrollar integralmente al niño, por medio del movimiento y la acción corporal. Esto es particularmente fundamental en los primeros seis años, etapa en la que el niño o la niña viven una fase de globalidad, en esta fase el niño comprende el mundo de esta manera, todas sus experiencias parten de lo más próximo a él o ella: su propio cuerpo.
ATENCIÓN PERSONALIZADA PARA LOGRAR UNA EDUCACIÓN INTEGRAL


Para favorecer esta atención es importante, en primer lugar, tener grupos con un número adecuado de
estudiantes, y con ello atender las necesidades de forma individual. No es posible “generalizar” a un grupo,
puesto que existen diferencias significativas que hacen a los alumnos ser únicos. Debe darse una atención de
persona a persona, facilitando la comunicación para establecer una relación individual con cada uno. De esta
forma se llega al conocimiento necesario para potenciar los talentos y habilidades, desarrollar la inteligencia,
el uso adecuado de la razón y, sobre todo, la formación de la voluntad.
En segundo lugar, el alumno debe encontrar en el colegio un excelente medio académico y, al mismo tiempo,
un medio social supervisado constantemente para destacar lo mejor de él mismo. No se reducen a ser números de lista, ni grupos de niñas o niños que se distinguen por ser traviesos, astutos, líderes o deportistas. Cada uno tiene un nombre, un apellido, unas cualidades propias y, sobre todo, un camino que deberá recorrer de la mano de sus profesores y prefectos.


Para que esta atención personalizada sea eficaz, es necesario que los adultos con quienes convive en la escuela sepan dar seguimiento a cada alumno, con el fin de conocer su realidad específica, sus cualidades, defectos y limitaciones, sus vivencias, procesos y amistades, en pocas palabras, su crecimiento personal. Esto puede hacerse a través de diversos medios, como son: reuniones periódicas para analizar la marcha de cada alumno; citas con los padres de familia y/o personas que influyen en la vida del niño; diálogos periódicos con el alumno para informarse de la visión de sí mismo, sus sueños, inquietudes, alegrías y preocupaciones; encuestas grupales para tener la visión del grupo sobre el alumno, etc. Con esta información, es posible trabajar en equipo en una misma línea y sobre puntos muy concretos de cada niño, mediante la canalización adecuada de sus necesidades al área que corresponda: disciplinar, psicológica, académica o espiritual.
Todos los esfuerzos en la formación integral y la atención personal que brindamos a nuestros alumnos, van dirigidos a lograr que sean personas de bien, que trasciendan en esta vida a través de su trabajo por la sociedad y la ayuda a los demás, así como cimentar un camino que no se borre con el paso del tiempo sino que permanezca.

 

¿TÙ HIJO ES IGUAL A LOS DEMÀS?

 
 
 
 
Así como cada uno de tus hijos es único, nosotros trabajamos con cada alumno un proyecto personal de
formación integral desarollando cada área: intelectual, humana, social y espiritual. Para lograr esta formación
de manera más eficaz, es necesario brindar atención personalizada a los alumnos pero, ¿cómo se ve reflejada
esta atención personal? En nuestros colegios se refleja en el educador, quien conoce a profundidad la situación
de cada uno de sus alumnos, con la conciencia de que tienen un corazón, una historia, una trayectoria, una
familia, y un conjunto complejo de virtudes y aptitudes que hacen a cada ser humano único e irrepetible. El
alumno significa todo un proyecto de vida, toda una carrera por delante en la que se tiene la oportunidad de
coadyuvar en el modelaje de su personalidad, para que en el futuro pueda ser capaz de ejercer al máximo,
con seguridad y aplomo, todas sus cualidades.